El proyecto tiene como objetivo lograr la participación y la inclusión de niñas, niños y adolescentes en actividades de promoción de la lectura, con otras áreas de las artes como la música, los títeres y las artes plásticas; estimulando las habilidades del desarrollo, el conocimiento y la convivencia pacífica y participativa en cada una de las comunidades visitadas. Colores para la Paz se ha implementado ininterrumpidamente desde el año 2004 y ha beneficiado hasta el año 2017 un total de 293.056 personas.
El programa Nacional de Concertación Cultural ha apoyado 14 fases del proyecto, representando grandes logros para la comunidad, testigo de los procesos implementados con niños y jóvenes de comunidades vulnerables afectadas por el conflicto armado o en situación de riesgo social, donde el acceso a bienes y servicios culturales es limitado.
En cada uno de los encuentros y jornadas culturales se crean espacios de convivencia pacífica, integración, intercambio de saberes y participación en los que el dibujo, la pintura, las danzas, los títeres y el teatro son utilizados como puentes y herramientas para que los participantes se acerquen, expresen sus emociones, sentimientos y opiniones.
El trabajo realizado en forma conjunta con la Red Departamental de Bibliotecas de Norte de Santander permitió que el Proyecto tuviera un engranaje con las alcaldías municipales, las coordinaciones de cultura, bibliotecas y las organizaciones o grupos de los municipios, aumentando el impacto en la medida que las organizaciones vinculadas continúan con el proceso, siendo los bibliotecarios grandes aliados a la hora de convocar y acompañar a los grupos juveniles y voluntariado en los municipios.
Son precisamente, todas éstas alianzas las que permiten ampliar la cobertura del proyecto, ya que después de la formación como promotores de lectura y mediadores en derechos de infancia, son ellos quienes a través de los grupos de voluntarios replican las actividades en sus localidades.
Igualmente, de la mano de la Red de Bibliotecas, se implementó en el 2015 y 2016 la estrategia Yo Coloreo la Paz, con la que los adolescentes y jóvenes de los 40 municipios del departamento en los que se identificaron espacios y personajes más representativos de su comunidad que aportan a la construcción de la paz, y se reconocieron a sí mismos como sujetos de derecho, actores importantes ya no sólo receptores, sino que también constructores de paz capaces de incidir en las dinámicas de sus municipios.
En el año 2015 en el marco de la Semana por la paz, se exaltó el Proyecto COLORES PARA LA PAZ por su trayectoria desde el año y su contribución en los procesos de atención integral a las comunidades en riesgo social y en situación de desplazamiento combinando expresiones como las artes plásticas artes dramáticas, música, cine y programas de promoción de lectura y cultura de paz, recibiendo la estatuilla San Pedro Claver, distinción otorgada a personas o instituciones que al interior de la iglesia o de la sociedad civil han contribuido con su trabajo eficaz y efectivo en la construcción del bien común.